Se trata de un proyecto que otorgará una solución temporal al desnivel que se observa por la acción de vientos y mareas desde la escollera 4 hasta la bajada de calle 25. A futuro, se espera la extensión de escolleras junto a otras obras de defensa costera.
MIRAMAR (Corresponsal). – Continúa desarrollándose en Miramar, un importante movimiento de arena en las playas que van desde escollera 4 hasta la bajada sobre la calle 25, luego de un estudio de profesionales en la materia sobre vientos existentes, mareas y médanos que se formaron potenciando el desnivel del sector que posteriormente dio lugar a estos trabajos.
Según se informó a LA CAPITAL, es un proyecto que estaba previsto como “obra blanda”, cuyo objetivo es mejorar el perfilado de la costa. Si bien esta planificación había quedado fuera del presupuesto por demoras en el desarrollo técnico, ante el pedido del municipio de General Alvarado fue el propio gobernador Axel Kicillof quien autorizó su ejecución de cara a la próxima temporada estival.
Se trata de una solución temporal, que sólo se podrá corregir a largo plazo con la “obra dura” que es la extensión de las escolleras, algo que el intendente, Sebastián Ianantuony y el diputado provincial, Germán Di Cesare, fueron gestionando ante Hidráulica de Provincia junto al encauzamiento del arroyo “El Durazno” y las defensas costeras frente al campo de golf que están gravemente impactadas por la erosión marina.
Las tareas de operarios con maquinaria, se limita especialmente desde donde termina la línea de las concesiones privadas de balnearios hacia el mar, y en su mayoría se trató de bajar las dunas formadas de mayor altura.
En principio estaba estipulado la movilización de entre 12.000 a 16.000 metros cúbicos de arena y finalmente tras la evaluación primaria se diagramó una mejora más potencial, que terminó trasladando el triple de la cantidad pautada en el inicio de los trabajos.
Especialmente se focalizó en bajar la punta de los médanos que desde la línea de sombrillas no permitían en general se viera hacia el mar, más allá de las lógicas cuestiones de seguridad en el movimiento de las grandes olas que se forman y atentan contra la seguridad de los bañistas.
Para el movimiento se utilizó una motoniveladora, una pala mecánica y una topadora y el proyecto se encuentra en su etapa final, con el retoque de algunos sectores que merecen mayor énfasis de acuerdo a los factores influyentes del mar y los vientos.
Estas mejoras se llevan adelante en preparación de la próxima temporada estival 2023, con el propósito de brindarle también al visitante el mejor escenario para su disfrute, complementando la variada oferta turística de del distrito de General Alvarado.